EDICIÓN ESPECIAL: COLOMBIA - HUILA / PITALITO

Esta historia comienza en las verdes laderas de Pitalito, Huila, donde Lisardo Cuéllar, un productor apasionado y comprometido con la excelencia, cultiva su preciado lote de Sidra a 1.900 metros sobre el nivel del mar. Las condiciones únicas de este terroir —con suelos fértiles y un clima privilegiado— crean el escenario perfecto para cultivar cafés verdaderamente excepcionales.

Nuestro productor, quien lleva años perfeccionando su técnica, apuesta por procesos innovadores para realzar al máximo la complejidad y riqueza sensorial de su café. Todo comienza con una cosecha manual rigurosa: solo se seleccionan las cerezas que han alcanzado su punto óptimo de maduración.

El Proceso: Donde la Ciencia se encuentra con el Arte

El viaje de este Sidra continúa con una fermentación prolongada en cereza, donde los frutos se sumergen en un proceso anaeróbico que se extiende por casi 200 horas. Durante este tiempo, las cerezas reposan en un ambiente controlado, donde la magia de las levaduras y microorganismos naturales transforma sus azúcares en compuestos aromáticos complejos.

Después viene una técnica fascinante: el choque térmico. Las cerezas se sumergen en agua a temperatura controlada, un proceso que detiene la fermentación y ayuda a fijar esos sabores exóticos y frutales que hacen único a este café. Es aquí donde nacen esas notas vibrantes que recuerdan a flor de Jamaica, chocolate dulce y frutos tropicales.

El secado es lento y paciente bajo el sol, extendiéndose aproximadamente 20 días según las condiciones climáticas. Durante este tiempo, el café se esparce cuidadosamente para permitir un secado uniforme que conserve toda su estructura y complejidad aromática.

Finalmente, el café es estabilizado, descascarillado y seleccionado a mano para garantizar que cada grano cumpla con los más altos estándares de calidad.

Este Sidra no es solo un reflejo del terroir y del proceso, sino también del cuidado y pasión que Lisardo pone en cada etapa.

El resultado: una taza vibrante, llena de vida y con matices que narran su historia única. Cada sorbo es un viaje desde las montañas de Huila hasta tu taza.