Café de especialidad en filtro, un método de preparación espectacular

Café de especialidad en filtro, un método de preparación espectacular

Puedes encontrar muchos métodos para elaborar café filtrado, Hario V60, Origami, Chemex, Kalita, etc. Vamos a explicar (de forma genérica) cómo preparar un café filtrado y, en otras publicaciones, detallaremos las diferentes maneras de cada método de preparación con filtro de papel. Vamos a ello!
Para elaborar un café filtrado necesitamos una molienda media-gruesa, pero habrá que ajustarla dependiendo del tipo de café. Recomendamos (diríamos que es obligatorio) que el café sea molido inmediatamente antes de su consumo.
Los métodos de preparación a través de filtro son muy parecidos y, casi todos, constan de un porta filtro, con forma generalmente cónica, donde se coloca el filtro de papel, y de una jarra (o taza) que será nuestro depósito, donde caerá la bebida una vez extraída. Primero, habrá que colocar el porta filtro encima del depósito que vayas a utilizar, y seguidamente el papel de filtro en el porta filtro.
Mojamos el filtro con agua caliente para eliminar el sabor a papel y algún posible residuo y usamos el agua que caiga en el depósito para calentar el depósito. Desechamos el agua y colocamos el cono encima de la jarra añadiendo el café molido. Una vez tenemos el café molido bien distribuido en el portafiltro empezaremos a verter el agua (algunos baristas realizan una pequeña hendidura en el centro del café para comenzar a vertir).
Nosotros recomendamos una temperatura que irá generalmente entre los 90 ºC y 96 °C, pero cada café necesitará una temperatura diferente, por lo que siempre es interesante jugar con las temperaturas dependiendo el tipo de café.
Comenzamos con el primer vertido, desde el centro hacia los bordes del portafiltro, realizando círculos pequeños y siguiendo una espiral hasta cubrir de agua todo el café molido. Este paso suele tener una duración de 30 a 45 segundos y, durante el proceso, los gases del tueste saldrán a la superficie en forma de burbujas. Esta es la fase de pre infusión o “Blooming”.
Una vez realizado el Blooming o pre infusión, volveremos a verter de la misma manera, del centro hacia los bordes, cubriendo toda la masa del café. 
Dependiendo del tipo de café, se realizan varios vertidos (habitualmente 4-5) hasta que alcancemos la cantidad que buscamos. Generalmente se trabaja por peso, en un ratio que puede ir del 1:15 al 1:20, esto es, por cada gramo de café molido que colocamos, extraemos 15 a 20 gramos de bebida final. Importante decir que, para realizar un filtro de esta forma es necesaria una balanza pero, si no contamos con ella, podemos medirlo por volumen. De forma general, para 20 gramos de café seco, buscaremos unos 250 a 300 ml. de bebida final. 
El café debe caer de manera continua, ni gota a gota de forma lenta, ni demasiado rápido, y el total del proceso debe durar entre 2:00 a 4:00 minutos (en algunas cafeteras, como la Chemex, este proceso suele ser más largo).
En el caso de que si nuestro café tarda menos tiempo, o mucho más, debemos rectificar el punto de molienda, la cantidad de café molido que colocamos en el filtro, o la temperatura del agua.
¿Qué se busca con este método de preparación? Los sabores deben ser ácidos y dulces, con cuerpo pero delicados. Dependiendo de los orígenes y el perfil serán notas frutales o chocolate, por ejemplo.
Tanto si te quieres iniciar o eres profesional del método de filtro, prueba nuestros cafés de especialidad porque quedan exquisitos!
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